Antes de ser elegido como el nuevo pontífice, León XIV —anteriormente conocido como Robert Francis Prevost— tuvo un momento para ver una película que, curiosamente, trataba sobre el mismo proceso que estaba por vivir: Cónclave, protagonizada por Ralph Fiennes y recientemente galardonada con el Oscar a Mejor Guion Adaptado.
Este dato lo compartió su hermano, John Prevost, en una entrevista con la cadena NBC News. La cinta no solo captó la atención del Papa, sino también de otros cardenales que participaron en el cónclave, utilizándola como una forma de familiarizarse con el entorno y los protocolos.
Este hecho no solo llamó la atención de los medios, sino que también abrió una puerta interesante para el análisis académico: cuando una obra está respaldada por una investigación sólida, puede convertirse en un recurso útil para el análisis de contextos históricos, culturales e institucionales.
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Una experiencia formativa desde la pantalla
El lenguaje audiovisual no solo entretiene. También informa, emociona y, en casos como este, ayuda a comprender. Cónclave es un excelente ejemplo de cómo una obra de ficción puede transformarse en una herramienta educativa. Su dirección de arte, la ambientación de espacios como la Capilla Sixtina y la construcción narrativa permiten a estudiantes y profesionales analizar aspectos técnicos y simbólicos del relato visual.
En la carrera de Comunicación Audiovisual de Toulouse Lautrec, promovemos ese enfoque: formar profesionales capaces de crear contenido con sentido, rigor técnico y sensibilidad cultural.
