Al empezar en el mundo de la música y el sonido, siempre existen grandes interrogantes como: ¿qué conocimientos son necesarios?, ¿qué equipos necesito?, ¿cuál es el mejor programa?, o en general, ¿por dónde debo empezar?
Si te interesa estudiar un curso de producción y negocios musicales para adentrarte en esta industria, ¡llegaste al lugar correcto! A lo largo de este artículo, trataremos de resolver varias de estas dudas y te daremos algunos consejos para empezar en la producción musical.
1. Define qué hace un productor musical
Primero es importante definir cuál es el trabajo de un productor en el mundo de la música. Un productor es quien se encarga de estar a la cabeza del proceso técnico, creativo y artístico del proyecto, es decir, si tuviéramos que hacer una analogía, sería como un director de cine.
Como productor, debes conocer cómo funcionan cada uno de los procesos para desarrollar una canción, quiénes son los profesionales que participarán en estas fases, y cómo las decisiones afectan al resultado final. También encontrarás momentos en los cuales es importante tu comunicación con el artista, pues te convertirás en su guía, amigo y consejero.
2. Conoce las etapas de una producción musical
Aquí puedes apreciar cuáles son las etapas de la producción musical de una canción y qué sucede en cada una de ellas:
Preproducción
Esta es la primera etapa de la producción de una canción y se centra en el planeamiento de todo lo que se va a desarrollar luego. Es la etapa más importante, pues esta va a formar las bases sólidas de lo que luego se volverá una canción terminada. Estos son algunos de los procesos más importantes de la misma:
- Selección de repertorio o composición
- Maquetas y arreglos
- Planeamiento de sesiones
Producción
En esta etapa nos dedicaremos a realizar la grabación y edición de todos los elementos e instrumentos que planteamos en la preproducción. ¡Este es el momento en el que vamos al estudio de grabación!
Postproducción
Luego de tener todos nuestros elementos grabados y editados, es el momento de hacer que todos suenen de forma ordenada, coherente y armónica entre sí, lo que será posible en el proceso de mezcla. Después de tener lista la mezcla, pasará al proceso de mastering, en el cual daremos los toques finales para que la canción esté lista para poder ser distribuida.
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3. Infórmate sobre lo que sucede en la industria musical y sus tendencias
Al empezar en el mundo de la producción musical, es muy importante estar actualizados y buscar el conocimiento a nivel teórico como práctico que nos falta por la poca experiencia que tenemos.
Una forma de enterarte de lo que sucede en la industria, es buscar fuentes confiables y reconocidas como, por ejemplo, los reportes de la IFPI (Federación Internacional de la Industria Fonográfica) que se publican anualmente y de forma gratuita y nos dan un análisis de la industria musical a nivel mundial.
Otra alternativa también es seguir las actividades en redes de productores musicales, ingenieros de sonido o músicos que estén al corriente de acuerdo a tus afinidades, y así evaluar qué es los que los hace tan exitosos.
Dependiendo de tu situación, también puedes considerar la posibilidad de obtener un título en producción musical, ingeniería de sonido o grabación. Además, al ganar más experiencia, puedes buscar la opción de realizar prácticas en un estudio de grabación profesional.
4. Consigue el equipo necesario
Muchas veces pensamos que necesitamos demasiados equipos para poder empezar a trabajar en el mundo de la producción, pero podrás darte cuenta de que esto no es cierto: lo importante es poder sacar el mayor provecho a cada uno de nuestros recursos, es decir, hacer más con menos.
Si queremos resumir, lo más indispensable a utilizar sería lo siguiente:
- Computadora
- Micrófono
- Interfaz de audio
- Audífonos o monitores
- Software o DAW
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Computadora
Respecto a las computadoras, siempre existirá el gran debate de MAC vs PC, pero el secreto está en que no importa cuál uses, sino cuál se acomoda a tu presupuesto y flujo de trabajo. Considera que hay programas que son exclusivos de cada sistema operativo y cada sistema va a tener pros y contras.
Algunas especificaciones recomendadas que puedes buscar en una computadora para el trabajo de producción musical podrían ser las siguientes:
- Almacenamiento sólido (SSD): Esto ayudará que las cargas de sistema sean rápidas, pues comparado a un disco mecánico o convencional es mucho más rápido para leer y escribir data.
- 16GB RAM: El ram ayudará a que tu computadora no sufra al trabajar con plugins e instrumentos virtuales.
- Procesador Intel i7 o similar: Un procesador de este tipo desde la 10ma generación tiene la suficiente potencia y rapidez para la mayoría de programas de audio actuales.
Recuerda que estas características solo son una sugerencia y aun así tu computadora no tenga estas especificaciones, siempre puedes utilizarla como un punto de partida.
DAW
Los DAW o Digital Audio Workstation son los programas especializados para la grabación y edición de audio digital. Si tratamos de encontrar respuesta a cuál es mejor, vamos a encontrar muchas opiniones y contradicciones en el internet. Con el tiempo, podrás comprobar que la respuesta es que el mejor programa es el que se acomode a tu forma de trabajo o el que más te guste, ya que todos hacen lo mismo.
Considera que hay algunos programas que son exclusivos de alguna plataforma, como es el caso de Logic Pro X con MAC OS, así como hay algunos programas que están más enfocados en el beat making, como es el caso de Ableton Live y FL Studio. Sin embargo, todos pueden hacer lo mismo y solo cambian un poco la forma en la que organizan sus herramientas.
Interfaz de audio
Ya teniendo nuestra computadora, el siguiente paso es pensar en conseguir una interfaz de audio, que es básicamente una tarjeta de sonido externa, que cuenta con mayores capacidades de las que vienen de forma integrada en nuestras computadoras.
Me imagino se estén haciendo la pregunta: ¿por qué no puedo usar la tarjeta integrada? Y la razón es porque con la tarjeta integrada no vamos a poder conectar un micrófono con las capacidades para grabar nuestros elementos, ni podremos conectar instrumentos como guitarras o bajos eléctricos.
Micrófono
Ahora sí, ya tenemos una interfaz, pero ¿qué vamos a conectar a la interfaz? Nos falta un gran elemento: el micrófono. Igual con las interfaces, vamos a encontrar micrófonos en todos los rangos de precios, pero para nosotros lo importante es buscar algo que nos pueda dar una buena calidad por el menor precio.
Ahora, existen algunos micrófonos que se conectan vía USB y estos cumplen tanto la función de micrófono como la de interfaz. Algo a considerar si optamos por los micrófonos por USB es que no vamos a tener la capacidad de conectar monitores o parlantes de estudio, pues generalmente solo aceptan audífonos. Además, no podremos conectar instrumentos eléctricos como guitarras o bajos directamente para grabar. Sin embargo, de ser necesario o ya tenerlos, son una buena opción para empezar.
Monitores de estudio vs Headphones
Los monitores de estudio son un tipo de parlante que está diseñado específicamente para el trabajo de audio profesional. La diferencia de estos con los parlantes de consumidor, como los que encontraremos en una radio, es que mientras los de la radio buscan un sonido agradable en toda circunstancia, los monitores buscan la precisión y que se escuche lo más claro posible.
Ahora, una alternativa o complemento a los monitores son los audífonos para mezclar. La diferencia contra los monitores es que estos siempre van a darnos una menor percepción de la imagen estéreo o espacialidad, pues están directamente sobre nuestros oídos. Es importante también seleccionar unos headphones que sean dedicados para mezclar, pues, así como vimos con los monitores y los parlantes de consumidor, pasa lo mismo en los audífonos.
Plugins
Ahora, los plugins son complementos que utilizamos en el DAW para pulir nuestros sonidos en la mezcla. Estos pueden ser tanto de efectos como ecualizadores, compresores, reverbs y delays, así como instrumentos virtuales como baterías, teclados, simuladores de amplificadores, entre otros.
Antes de pensar en gastar mucho dinero en plugins, es recomendable que aprendan a poder resolver sus mezclas o producciones solo con plugins stock o incluidos en el DAW que eligieron. Esto es importante porque así se van a asegurar que lo que suena es su habilidad para el uso de las herramientas y no la herramienta que automáticamente embellece el sonido.
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5. ¡Empieza a producir música!
Puede sonar algo obvio, pero a veces podemos olvidar que lo más importante y lo que nos convertirá en buenos productores musicales es la experiencia y trabajo constante. Puedes empezar realizando producciones de tus propias ideas o canciones y luego buscar aplicar tus conocimientos en las canciones de otras personas como tus amigos. Con el tiempo y la experiencia, puedes buscar trabajar con artistas locales y así cada vez mejorar tus habilidades.
Recuerda que siempre debemos buscar sacar el mayor provecho a todos los recursos que tenemos y seguir la consigna de hacer mucho con la menor cantidad de recursos, así cuando tengamos a disposición un gran estudio o muchos equipos vamos a aprovecharlos mucho más.
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Artículo escrito por Manuel Meza Marsano